Amor y Libertad

Muchas veces me molesta, la idea del amor. No porque no sea maravilloso y sea todo lo q los libros, imágenes y la sociedad dice q es, y mucho mas. No… es por el miedo, el respeto que le tengo, porque amor es sinónimo de sacrificio, de renuncia. No entera si es que el amor es saludable, porque entregarse enteramente es enfermo y enferma el amor.

Me da miedo porque ya lo he vivido, lo he sentido en carne propia, un amor enfermo. Muchas personas tienen la idea de que este amor enfermo es como debería ser el amor, esa idea de “necesitar” a la otra persona. Es enfermo porque necesitar a alguien es en parte no aceptarse a sí mismo, de querer vivir la vida por los ojos de otra persona, a toda costa. Y para vivir la vida a través de alguien más terminamos aprisionándonos en esa persona, allí nacen los celos o el simple “sin ti me muero”, cuando en realidad el amor verdadero nace en la libertad que otorgamos a la otra persona y si la usa para estar con nosotros, es porque el amor es real.

El amor “no libre” es enfermizamente venenoso y adictivo, porque subsana la constante dolencia humana de soledad. Tener a alguien allí, cada hora cada día, solo para ti, que te conoce y te acepta como eres y no te da miedo de ser tu mismo cuando estas con esa persona. TENER a alguien en todas las formas posibles… es hermoso, es como tener el juguete más caro del mercado para ti solito, como tener la mejor casa y no tener q compartirla, los mejores bombones para comer sin invitarlos. Satisface la naturaleza humana del egoísmo de lo q más nos gusta y de la compañía que más nos hace falta.

Te hace feliz.

Alguien que pueda vivir aprisionado en una sola persona, y que esa persona también pueda vivir aprisionado solo en ella será feliz con un amor enfermo. Pero, paradójicamente, esto también va contra la naturaleza humana. Somos seres sociables, nos gusta tener amigos y gente que nos acepta, y no uno ni diez, por algo todos queremos ser famosos y que nos miren con admiración y nos quieran, pararnos frente a un escenario y recibir solo alabos. Por eso un amor enfermo te hace feliz, y te envicia y te droga, hasta que caes en cuenta de lo solitario que es un amor así, y quieres el escenario, y la multitud, donde te conformas solo con tus amigos, con tu libertad de conseguir gente que querer además de aquella persona, y gente que te quiera, además de esa prisión.

Un amor saludable, libre, será el que se dé por opción. El elegir estar con alguien sabiendo que no se necesita de nadie y darle la misma opción a la otra persona, la misma capacidad de elegir estar contigo.
Ese amor, satisface la soledad con el hecho de tener alguien maravilloso y libre que elige estar a tu lado, y sentirte superior por eso. Saber que eres algo más que alguien más ante sus ojos, y que sea suficiente para dar esa libertad que luego uno también recibe.
Subsana la necesidad de tener amigos, el escenario y la multitud porque eres libre de pararte en medio y gritar, gritar que eres libre para que te quieran y para querer. Pero amar, solo se ama a una persona, y se ama en libertad porque el amor en libertad…

Te hace feliz.